Add parallel Print Page Options

«Tú sabes que, por culpa de las guerras en que mi padre, David, se vio envuelto, no pudo construir un templo para honrar el nombre del Señor su Dios, hasta que con la ayuda del Señor logró vencer a sus enemigos. Pero ahora que el Señor mi Dios me ha dado paz por todos lados y no tengo enemigos, ni nada que temer, he decidido construir un templo para honrar el nombre del Señor mi Dios y para que se cumpla la promesa que el Señor le hizo a mi padre, cuando dijo: “Tu hijo, a quien yo pondré en el trono en lugar tuyo, será quien edifique el templo donde se honrará mi nombre.”(A)

Read full chapter